3 Lecciones Sobre Crecimiento Personal
- Wenly Coste
- 7 abr 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 9 abr 2020
Todo el que quiere crecer, eventualmente tiene que esforzare para romper el cascaron que lo envuelve, fortalecerse y así poder dejar el nido y emprender el vuelo hacia nuevos destinos. Hoy les comparto 3 grandes lecciones de vida, que abrieron mi camino hacia el crecimiento personal y lo que hoy es mi viaje a través de la plenitud de mi propósito de vida.

Acepta que todo tiene su tiempo y que el de tus deseos cumplidos también llegara
No quieras saltarte las etapas ni los tiempos, porque lo único que conseguirás, será una dosis muy difícil de administrar, de frustración pura. Durante mis años de vida, he aprendido que, uno siempre va a encontrar cosas que desea, sobretodo cosas materiales, gustos que quiere darse, placeres de los que quiere disfrutar, cosas que quiere hacer, estilos de vida que quiere llevar, lugares a los que se quiere visitar, mucho más ahora, con todo lo que esta a nuestro alcance a través de las redes y el Internet. Puede parecer que la vida de los demás es un sueño, pero no siempre lo que esta a la vista es real. Nadie, Absolutamente nadie obtiene las cosas fáciles, y si las obtiene fáciles, o no les dura o el costo es muy muy deplorable y alto.
Todas las cosas necesitan agotar un proceso, a todos los destinos se llega a través de un camino y todas las metas se alcanzan con trabajo y preparación, es por eso que lo mejor, es aceptar que hay cosas que por el momento no están a nuestro alcance o que simplemente no son lo que necesitamos en ese momento. De no aceptar la etapa en la que nos encontramos y las limitantes que tenemos en nuestro presente inmediato, estaremos añadiendo muchos años de amargura a nuestro proyecto de vida, porque a medida que nos envolvamos en alcanzar cosas fuera de tiempo, estaremos sacrificando recursos y energía que luego serán requeridos para algo que realmente es lo que necesitamos, es probable que no consigamos eso que queremos o que nos cueste más de lo que podemos pagar por él, en el momento y nos frustremos.
Aprender a ver nuestra vida, como un proyecto a largo plazo, nos dará la sabiduría para poder sobrellevar nuestros deseos sin desesperamos o entrar en el error de querer las cosas al instante o porque se las vemos a otros, una de las más grandes verdades que he aprendido y me ha ayudado a cambiar mi vida en este sentido, es el hecho de saber que; la paciencia no es la capacidad de esperar, sino la forma en la que nos comportamos mientras esperamos. La paciencia es un árbol de raíces muy amargas, pero de unos frutos exquisitos, Nuestra buena actitud en los momentos de espera, es una llave que abrirá directamente las puertas del universo hacia eso que anhelamos, siempre que puedas entender tus tiempos, podrás aprovechar el presente, para trabajar en tu futuro sin perderte lo que la vida te regala en el hoy.
No Midas Tu Tiempo en Relojes Ajenos
Esta es otra de esas frases que llevo marcada bien profunda en el alma, gracias a la vida, el tiempo es un rasgo tan común que podría parecernos que todos vamos caminando el mismo sendero, pero no y es que nada es más acertado que entender, que el mundo esta lleno de parámetros, de estándares, de referencias, pero que también el mundo esta lleno de gente y que todos, absolutamente todos, somos distintos, podemos parecernos y sentirnos identificados con muchas otras personas, incluso estar pasando por las mismas situaciones, tener rasgos de personalidad parecidos, haber aprendido las mismas cosas y en los mismos lugares, pero la verdad es que todos afrontamos esas situaciones y llevamos nuestras vidas de acuerdo a nuestro contexto, y eso es realmente único, porque se forma con las particularidades de nuestra percepción de las cosas, lo que es imposible de duplicar. Nuestra percepción la podemos expresar e incluso transmitir, pero nunca nadie, la sentirá exactamente igual como la concebimos.
Y es por eso que seria absurdo medir mis logros comparándolos con los tuyos o viceversa, porque a lo mejor no tuvimos la misma preparación, o las misma habilidades, pudimos haber recibido distintas oportunidades e incluso tener diferentes gustos y preferencias, por lo que la ley universal de la Igualdad me da la razón, cuando les digo que no es justo, ni equitativo comparar una vida con otra. Como el habito de saltar etapas, el habito de comparar nuestra vida con la de otros, llena nuestro camino de amarguras, consume nuestras energías y desgasta nuestro interior, lo que impide que podamos apreciar y trabajar desde nuestra realidad y potencial para alcanzar nuestros sueños y nuestros propósitos.
Es bueno tener modelos de referencia que influencien nuestro caminar y nuestros deseos, personas con cualidades positivas o con experiencias de las que podamos aprender, pero no es bueno compararnos con el crecimiento ajeno, porque así como yo, los demás han tenido sus contextos, sus batallas y sus retos, han atravesado por situaciones, en su tiempo, que los han llevado a posicionarse donde están ahora, y puede ser que a mi también me toquen vivir lo mismo que a ellos, pero a lo mejor en otro momento, con otros recursos, oportunidades o preparación, y esto hará la diferencia siempre. Te recomiendo que apliques la diferenciación de las palabras igualdad y equidad a tu vida para que puedas usar la medida correcta, a la hora de medir tus logros, tu éxito o tu felicidad. Tu competencia debe ser siempre con tu propio yo, de preferencia con el del pasado, es del que puedes aprender, al que siempre debes mejorar y quien te dará la razón a la hora de medir el valor de tus cosechas o de tus avances.
No Actúes como Víctima en Circunstancias que tu Creaste
aprendí a temprana edad el poder y la libertad que me otorgaba aceptar mis decisiones y sus consecuencias, descubrí que no podía controlar una gran parte de lo que sucedía en el exterior y de como los demás podían percibir o reaccionar ante determinadas situaciones, así que empece a ejercer mi poder para controlarme, ante esas cosas que no me salían tan bien, me otorgue el permiso de equivocarme (porque no siempre todo puede salir perfecto) y a partir de eso, hacer lo mejor que pudiera con lo que tenia. Empezar de nuevo cuando fuera necesario, tratar de corregir y crecer cuando hiciera falta, dejar ir lo que no me ayudara y abrazar la realidad, respetando mis sentimientos y aceptando mi cuota de responsabilidad en todas las cosas, sin exagerar y agobiarme con culpas. Todo este me llevo a entender que el 90% mis quejas no solucionaban ningún problema y que dar pena, echarme a morir y culpar a otros tampoco. En el mejor de los casos, esto solo me ayudaba a aliviar momentáneamente mis sentimientos de culpa, pero siempre este alivio se veía apocado en gran manera por un amargo resentimiento hacia todo aquel que estaba a mi alrededor y que yo percibía que le estaba yendo mejor que a mi, siempre tenia tiempo para comparar la suerte de los demás con la mía, para resentir lo que otros podían hacer por ellos o por mi y no hacían, sentía que mi desgracia siempre era culpa de otros, porque ellos tenían oportunidad y yo no, o tal vez esa persona tenia más recurso o más conocimientos.
Gracias a Dios y por una razón que no recuerdo con exactitud en este momento, me di cuenta que esta forma de vivir, dependiente y amargada, escudada en resentimiento hacia los demás y aprovechándome de eso para no hacer mi parte, no era lo que quería. Comencé a detectar ese modo de operar en otros e identifique un comportamiento que odiaba; la manipulación, empece a alejarme de esas cosas y descubrí una libertad que me llevó a niveles de crecimiento y paz, hoy por hoy increíbles.
Es por eso que este punto es una de esas valiosas llaves del crecimiento personal que hoy comparto con ustedes, Manipular a los demás desde nuestra necesidad o deficiencia, crea un circulo vicioso y dependiente, donde nunca podremos encontrar nuestra verdadera capacidad de crecimiento, nos pasaremos los días viviendo de las migajas que los demás puedan darnos desde sus propios esfuerzos, criticándolos y odiando eso, que ellos "consiguen con facilidad". Inconformes, porque nunca sera suficiente lo que otros hagan para ayudarnos, siempre querremos más cosas y más fáciles y siempre limitaremos nuestro rango de acción al esfuerzo mínimo, culparemos a los demás por nuestros fracasos y agotaremos nuestro tiempo victimizandonos y no avanzando. Por eso te recomiendo, si esto te suena familiar, sacúdete de estas actitudes y ve hacia adelante.
La realidad es que nadie se levanta a trabajar todos los días, para cumplir tus sueños, si tu no lo haces, no sucederá, deja de compararte y encuentra tú tiempo y ese factor diferenciador que te hace único y dale al mundo eso que tanto necesita y solo tu puedes darle.

Espero que esta tres enseñanzas
puedan llevarte luz, que muevan algo en ti y en tu deseo de mejorar, de verdad espero que tú, puedas encontrar ese punto de inflexión y romper la inercia que te impide crecer.
Con Amor,
Wen
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